Juventud en escasez




La juventud Venezolana está, al igual que muchas de las cosas en Venezuela, en plena escasez; así es, y no solamente por las obvias razones en cuanto a migración, tristemente si no es por morir a manos de la delincuencia, es por morir a manos de los propios organismos de ¨seguridad¨ del Estado. 

¿En que momento ser joven en Venezuela se volvió tan peligroso?, ¿en que momento se les dió esa gran responsabilidad de luchar a muerte por su tierra?

La respuesta; en el mismo momento en que deciden amar el país donde nacieron, en el mismo momento en que saben que tienen derechos; derecho a la vida, a la educación de calidad, a la salud, a protestar cuando violen dichos derechos. Los jóvenes dan la cara por Venezuela, porque son quienes tienen la esperanza viva, son quienes desean vivir en un país próspero y de oportunidades, porque tienen su futuro, literalmente, en sus propias manos, temen más a un miserable y desolado futuro que a la misma muerte.

Es sensato recordar al General Ribas, que con un ejército de jóvenes, con soldados que no pasaban de los 20 años, con un ejército mucho más pequeño en cantidad que el contrario, y contra todos los pronósticos; aquellos muchachos, estudiantes, y sin lugar a dudas patriotas, tal cual como cuando David se impuso sobre Goliat, obtuvieron la victoria en la batalla denominada de igual manera. Así lo hicieron, así lo hicimos, y así podemos hacerlo. Con la diferencia de que hoy quienes luchamos por la libertad somos más; por ende, ¡cuanto más el márgen!.

No hay gobierno que pueda contra las esperanzas y los sueños, no hay gobierno que pueda contra la juventud. Por eso, quienes derramamos nuestras lágrimas, quienes tenemos sed de justicia porque aún creemos en ella, quienes gritamos y alzamos nuestra voz, a quienes nos duele de verdad la tierra en que nacimos y crecimos, quienes amamos a Venezuela, sigamos dando la cara, sigamos de pié, alzando nuestras voces, defendiendo nuestra esperanza, nadie es dueño de nuestro futuro salvo nosotros mismos, y quien pretenda auto-otorgarse dicha potestad, será obligado a renunciar a ella. No podemos seguir en escasez, debemos ser más, no menos.


                                                                                                                                             Alexander H

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