Esclavos de uniforme

Una dura crítica a quienes deberían tener la gran responsabilidad de amar a Venezuela tanto como cada Venezolano que hoy lucha por hacer de ella un gran país. Quienes hoy gobiernan, no lo harán para siempre. Como institución deben darse cuenta que la historia no los absolverá, al contrario, les pasará factura; no hay peor deshonra que quedar registrado en la historia como un cobarde, como alguien que no hizo lo que le correspondía hacer por su nación, como alguien a quien el cargo le quedó muy grande. La razón de la imagen principal en el artículo es porque quiero hacer énfasis y apelar a que aún existe en algunos su lado humano, y hacerles notar que todavía quedan quienes disponen un corazón dispuesto a hacer lo correcto y yo creo en eso. Sin más, espero mover barreras en esos de corazón blando con la siguiente reflexión.

Guardia Nacional, mírate, ¿que hay detrás de ese uniforme?, un venezolano más, un ciudadano por cuyas venas corre la misma sangre venezolana que derramas, no es sólo un ser humano a quien matas, es a un joven que sería el futuro de Venezuela, es al avance, al progreso, a tus propios hijos a quien les dejas una nación rota. 

La guardia Nacional no debería ser una institución para legitimar un gobierno, debería ser una institución para legitimar el derecho de cada venezolano. Moral y Luces son nuestras primeras necesidades dijo el Libertador, y Moral y Luces debería ser tu consigna y no otra como ¨Patria socialista¨ o ¨Fuerzas armadas chavistas y socialistas¨. ¿En que momento tu conciencia valió tan poco que no te importó venderla? y a un muy misero costo, el costo de vivir mendigando a un gobierno, el costo de vivir arrastrado a un régimen, el de vivir de rodillas.

Porque un arma y un escudo no te quitara el hambre, no hará que consigas la medicina para algún familiar, no hará que en el hospital al que pudieras ir si recibes una herida se encuentren los insumos para tratarte; un arma y un escudo no te hace inmune a las crisis, no te hace inmortal, no te hace más digno.

Si por miedo a no comer defiendes a quien te restringe la comida, seguirás viviendo con hambre; si por miedo a que te encierren defiendes a quien encierra, seguirás preso de las mismas preocupaciones de hoy; si por miedo a expresarte defiendes a quien cada vez restringe más tu libertad de expresión, seguirás siendo solamente un número más en la lista de los subordinados; si por miedo a la libertad defiendes a quien te la quita, mereces seguir siendo un esclavo de uniforme.

                                                                                                                                             Alexander H